Lo primera es definir bien el concepto, muchas veces se habla en forma indiferenciada los términos “ intolerancia” y “alergia” a la proteína de la leche de vaca. Intolerancia es una reacción adversa a un componente químico o toxico , sin participación del sistema inmune. Un buen ejemplo es la intolerancia a la lactosa, que es el azúcar de la leche.
Por su parte alergia es una reacción adversa dirigida a una proteína de un alimento y que tiene la participación del sistema inmune.
Por lo tanto, la leche de vaca, como es la primera proteína que un niño generalmente recibe, es la causante de la alergia en los lactantes.
Un factor importante de riesgo para presentar esta enfermedad es la ingesta precoz de formulas que contienen leche de vaca, pero también se puede presentar en niños alimentados al pecho materno, pues la proteína es capaz de estar presente en la leche materna. Generalmente en estos niños la reacción es mucho mas suave que al ser alimentado directamente con formula.
Hay predisposición genética, de hecho mas de 2/3 de los niños afectados tienen antecedentes de atopia familiar.
Las manifestaciones pueden ser múltiples dependiendo se su origen, es decir si son o no medidas por la IgE ( inmunoglubulina de alérgica)
Las que son medidas por IgE, son de presentación inmediata al contacto con la leche en especial en la cara o presentan un shock anafiláctico. Este tipo de alergia es la más severa. En el otro extremo están las alergias medidas por células, que no son inmediatas y el mejor ejemplo seria, la proctocolitis alérgica, es decir niño que presenta deposiciones con estrías de sangre con un buen estado general, donde se descarta patología infecciosa y quirúrgica.
Para el diagnostico se utiliza la clínica y el examen físico del niño. Los exámenes tienen poca utilidad. Por ejemplo la IgE específica para la proteína de la leche de vaca solo tiene utilidad en las enfermedades IgE mediadas, pudiendo resultar negativo en otros casos, sin descartar la enfermedad.
El test cutáneo y los test de parches, según las guías internacionales, no tendrían valor diagnostico en esta enfermedad pues tienen una rendimiento que varia según edad, cuadro clínico y sustrado utilizado. Además que nos orienta mas a una sensibilidad mas que a una alergia real.
Hasta ahora la mejor herramienta ( gold standard ) para el diagnostico de la APLV , es la suspensión de la leche de vaca y enfrentamiento posterior cerrado y ciego, pero que el la clínica habitual es abierto, en otras palabras se suspende por un periodo entre 2 a 4 semanas la ingesta de leche de vaca, se evalúa la respuesta a los síntomas y luego se reintroduce la proteína, contrastando resultados. Esta prueba tiene gran utilidad en especial en las sospechas de alergia asociada a cólicos, constipación y RGE, que muchas veces pueden ser normales a la edad de un lactante o RGE fisiológico y no son parte de una alergia alimentaria.
No se aconseja este tipo de prueba en pacientes con desnutrición o sospecha de ser igE medidas ( anafilaxis) .
El tratamiento consiste en eliminar de la dieta materna, si esta amamantando, de todos los productos que contengas leche y soya. Pues hasta un 40% de los alérgicos a la PLV son alérgicos también a la soya.
Si se alimentan con solo formula, deben utilizar formulas que tengan la proteína de la leche de vaca muy segmentada así no provocar alérgica como son las leches extensamente hidrolizadas y las leches con solo aminoácidos.
El tiempo de tratamiento es variable, en general se pueden intentar, en las no medidas por IgE, a los 6 meses del diagnostico o al año de vida. El 95% de los APLV logran tolerancia a la proteína de la leche de vaca al año de vida.
Los igE medidados, requieren tener una IgE especifica negativa y la ruptura de la dieta se debe realizar hospitalizado en una unidad que pueda manejar un shock anafiláctico.
Las madres que dan pecho y se encuentran con dieta libre de leche de vaca deben alimentarse bien y siempre estar suplementadas con 1000mg de calcio, para evitar descalcificación ósea.
Generalmente los niños APLV, puede iniciar los sólidos a los 6 meses igual que un niño común y corriente. En muy pocos casos se ha visto cierta reacción alérgica a otro alimento. Si se debe retrasar la ingesta de legumbres y pescado . Huevo después de la vacuna del año.